Qué rico es sentarme en la hierba bajo el sol en mi universidad con un vaso de helado de chocomenta y chocolate! Qué bueno es! En un momento como ese yo me siento muy feliz y agraciado por las energías cósmicas de haberlo conocido, el Amor. Sé muy bien que no es bueno para mi salud física y psicológica ese costumbre de comer muchos dulces todos los ocho días de la semana pero lo hago ahora y la frescura del helado con el calor del sol me ponen especial y con ganas de viver por mucho. Extraño Buenos Aires. Allá yo tomava casi todas las noches un vaso de un cuarto de chocolate con almendras, dulce de leche y limón; lo comprava en la tienda de los chicos guapos en el microcentro y iba caminando hacia 9 de Julio o a la plaza cerca de la estación Retiro o al Puerto Madero. Qué rico fue estar allá. En estes pesados tiempos de demasiados trabajos y estudios me quedan lindos los momentos de frescura y calor simultáneos. Me quedan como un único descanso. Así es. Y vos, dame un helado desde tus lábios, dale! "tomar helado de tu mouth.." "era tan dulce y especial" (boom bomm kid).
