Me han dicho que he roto un corazón. Un de los muchos motivos por el cual me he vuelto vegetariano o medio feminista fue exactamente por evitarlo. Podría decirse sin que fuera totalmente mentira que lo he hecho protegiendo al mío y no a un ajeno corazón. Sería todo increíble si estuviésemos hablando de uno sólo corazón o de al menos uno sólo y mismo latir. Sí lo he roto, las dudas no me las tengo porque me siento triste y el cielo ha amanecido más gris y las rejas aún más machistas. Me han dicho que no pienso, que no pensaré como una nena y eso no lo voy a comentar. Tenés tantas razones que me das todas las razones para no tener mis propias razones. Le dimos vuelta al Amor desde cuando éste ya era odio. Y de ese modo no hemos podido saber qué mierda era al fin y al cabo.

Me han dicho que un corazón se ha roto. Una jugada gramatical tan sencilla me acerca aún más de todas las presuntas culpas y por ende arrepentimientos. Sin rumbo por experimentar desde adentro el nido hoy por hoy, y más que nada hoy, vacío. No estoy y no hay nadie más donde supuestamente ahora estoy yo. Sería todo increíble si estuviésemos hablando de uno sólo vacío o de al menos uno sólo y mismo llenar. Sí un corazón se ha roto, las dudas no me las puedo quitar porque me siento ajeno y el cielo definitivamente ha amanecido más gris y las rejas aún más omnívoras. Me han dicho que pienso demasiado, que pensaré como un académico y sí lo voy a comentar. De las pocas cosas que ya no sé si son tan importantes para mí una de ellas es volver a estudiar en serio. Les di vuelta a tantos libros y artículos que ya no doy para más. Me perdí en mi último recorrido y ya no veo estaciones en que podría bajarme.

Un corazón me ha dicho que me han roto..