viernes, octubre 13, 2006

sale el sol.. yo salgo junto intentando más que nada vivir un día especial..


Yo salía siempre lo más temprano posible. Lo hacía por muchísimas razones, tal como ocurre con el hecho de haberme convertido vegetariano. Creo mucho en cosas cuyas explicaciones nunca alcanzan. Pero por lo menos a veces tengo las ganas de intentar hacerlo. Yo salía siempre lo más temprano posible para mirar el primer sol, todavía puro de los ruidos humanos y rodeado del aire puro de los ruidos urbanos. Además me gustaba mirar la ciudad despertándose. Otra razón era que me gustaba sentir en la piel, en particular en mis brazos, el fresco frío de la mañana. En el campo yo lo hago en especial para mirar y escuchar a las aves. Pero para ello es necesario estar afuera aún más temprano. Más que nada me gusta sentir vivo, así que creo que, de algún modo, todo lo que hago yo tiene esa finalidad y nada más. A lo mejor así debo concebir mis días, así debo concebir mi lucha.
Yo regresaba en los más diferentes horarios posibles. Casi siempre era programado, distinto de lo que pasaba en tiempos antiguos, donde estaba yo disponible y sobre todo dispuesto a la suerte de los encuentros casuales. Tengo ahora un nuevo cuerpo, una nueva preocupación y todavía no sé qué hacer con ellos. Tengo una idea, por supuesto, pero los medios para llevarlo a cabo no me alcanzan. Se trata de un cambio y yo no me quisiera que ello dependera tanto de mí. Aparte me siento solo. Millones de veces me he largado por ahí. Y cada vez más no lo quiero para mí, no así. Siento conmigo mismo que las cosas tienen que ser compartidas con alguien más, o sea que hay que haber por lo menos dos. Yo me siento uno. Te lo juro que yo me siento uno y que extraño a alguien más.
Quizá puedo decir que actualmente me gustan las cosas sencillas. La verdad es que hoy me voy creyendo que las cosas en sí mismas no son sencillas o complejas sino que ello depende de quienes las están manejando, o del potencial que ellas se llevan adentro, o sea que depende de lo que ellas poden convertirse en un determinado momento y espacio, entre por lo menos dos personas, indispensablemente por lo menos.
Llevan ya horas que me tardo ajeno a mis tareas de hoy. Ello ya se convirtió en algo común. Es increíble como uno puede cambiar a lo largo de una década. Pero mucho más increíble, y lindo, es como uno puede cambiar en un simples momento puntual en su vida. No sé, quizá por motivo de un accidente, de una vivencia transcultural, de una experiencia de religiosidad, y por supuesto de un enamoramiento arrebatador, siendo una tontería agregarle al enamoramiento este adjetivo. Y entre otras cosas también, ojalá haya muchas más capaces de promoverlo, ¿no? Así espero. En este tipo de cambio sí lo creo yo. Al revés no me gusta la idea de resignación, aunque a cada día yo percibo que en algunos momentos se trata de algo inevitable, incluso saludable, ¿qué sé yo? Imagináte lo difícil que es para mí tener que resignarme exactamente con la idea de resinarse. Lo que me conforta es que si yo hubiese sabido que todo me saldría así, habría hecho casi todo igual. Casi. A la vez me tortura y me encanta la posibilidad de que las cosas me serían hoy mucho mejores si yo las hubiese hecho de otra manera, no sé si con más o menos exigencia, no sé de qué forma podría yo haberlas hecho.
Es siempre un riesgo a correr cuando me pongo a expresarme libremente porque comúnmente me resulta que me perco adentro de tantas ideas desesperadas para ganar aire externo. Es lo mismo que ocurre cuando conozco a alguien especial, no me alcanzan mis gestos y palabras para hacerle comprender y más que nada sentir lo cuanto estaba yo esperando por este momento. Le quiero cocinar, le quiero hacerle alguna arte, le quiero compartir lo más bueno.. y nada de eso alcanza. Sí, ya sé muy bien que tiene que ver con mi carencia interior increíble. Pero no puedo evitarlo. A lo mejor me quiero pensar, por lo menos, que es algo que me motiva, todavía, a entregárseme aunque esto también, ya lo sé igual, no es de todo bueno. Amo amar a alguien, y creo que una de las cosas más bonitas del universo es cuando ello pasa mutualmente entre los dos que se han encontrado. Es relindo, hasta podría ser lo más lindo.

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