miércoles, noviembre 01, 2006

¿Esto es pedir mucho?

Yo haría casi de todo para estar con tus ojos en la ruta una vez más. La verdad es que para mí.. yo no lo quisiera simplemente una vez más sino que lo querría, lo quiero, como algo frecuente, real, concreto y sobre todo duradero. Pero, ya sé, me vas a decir que esto es pedir mucho y que la vida no se trata mucho de disfrutarlo sino de estar siempre luchando por ello, incluso porque nosotros siempre estamos a cambiar de sueños y de planes. Sabés.. a veces me importa un carajo estas consideraciones sociales, estas cosas que se dicen a través de las generaciones, estas cosas que se dicen en la mesa de una cena familiar. Hace mucho pero muchos años que me rehúso a creer que pido demasiado. Creo que ha sido así desde que empecé a querer, o sea nunca ha creído que pedía algo que no pudiera merecer, o que no pudiera lograr aunque sí, siempre supe que no sería nada fácil y que a lo mejor podría contar con la ayuda de mi familia y de los demás para lograrlo. Pero.. creo que no pasó así, sin querer culparles, sin querer excusarme por las cosas que no tuve y que todavía no tengo. Y, diferente de ayer, hoy siento que merezco cada vez más y que de algún modo puedo intentarlo sin esperar por ayudas ajenas. No sé, aunque sea una paradoja y una idea siempre pasajera, me siento fuerte para perseguir todos estos sueños que cada vez más sé que no son nada sencillos y tampoco fáciles de lograr. Sí, la verdad es que yo haría casi de todo para estar con tus ojos por ahí, nosotros dos perdidos en el medio de la madrugada, una vez más. Me encantaría compartir el sol, un mate, un viaje, un césped y la mirada del Río o del mar con vos. ¿Esto es pedir mucho? Quizá lo que sea lo más difícil para mí es lo que todos los demás siempre tuvieran sin hacer casi ningún esfuerzo. Nunca supe de dónde viene esa impresión de que tengo que luchar una docena de veces más que los demás para intentar conseguir – y probablemente no lograrlo – la misma cosa que los demás ya poseen. Antes yo me lo planteaba todos los días. Ahora lo hago sólo a veces, en general en los momentos inmediatamente subsecuentes a una pequeña frustración. Tendría mucho para escribir o hablar a respecto, pero necesitaría que vos te acercaras de mí para hacerlo, necesitaría del contacto con tus brazos y sobre todo de tu mirada para contarlo más que nada para mí mismo sin mucho costo síquico. La verdad es que hace falta que yo me escuche y sólo puedo hacerlo al entablar una charla con alguien especial como vos; quizá porque tengo que sentirme así, especial, para ser capaz de hablarte y por consecuencia escucharme desde un lugar y tiempo imprescindibles. ¿Esto es pedir mucho?

No hay comentarios.: