Me planteo si la planta que me has regalado así que nos hemos conocido y que por ende ha experimentado todo lo que experimentamos nosotros y que por ahí lo siente todo está muriéndose así como parece que de a poquito se muere lo nuestro. A lo mejor me quiero pensar que la cuidé yo, que supe hacerlo aun en nuestros momentos nublados o cuando me marchaba para no tener que soportar días en los cuales algo nos aislaba imposibilitando el abrazo, lo que quizá haya sido lo más mutuo que pudimos compartir. Y lo más lindo. Ahora busco desesperada por una foto (debería hacer un dibujo y jamás volver a manejar algo que ya se me presente listo) que pudiera remplazar de alguna manera la casi total ausencia presente de este ser que ya nomás puede producir tanto oxígeno, así como lo nuestro ya no genera o absorbe tanto Amor. ¿Le ha faltado agua; le ha faltado aire o sol; le ha faltado más cariño, más música? Creo que le ha faltado un poco más de vos. Y si acaso tuve yo que suplirle este agujero (y que quizás por ahí le tenga asfixiado un poco) fue sólo por ello. Igual no te culpo a vos, tampoco a mí.. no le culpo a nadie porque no hay culpa; no hay nada malo. Queda una planta resistente. Queda unos cuantos planteamientos aún..
No, no es tan triste todo ello. Mucha gente sigue con los ojos secos por jamás haber llorado por algo así “he lavado mis ojos con muchas lágrimas, ahora (lo) veo mejor” dice la poetisa manauara un día.
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